La mantelería del restaurante es una de los temas más importantes a tener en cuenta cuando vamos a abrir un restaurante, ya que es parte muy importante de la decoración.
La decoración y con ello la mantelería, es lo que le da al cliente con un primer golpe de vista la información de qué clase de negocio es y sobre que tipo de comida se pueden ofrecer en el.
Como hemos dicho, la mantelería tiene que hacer juego con la decoración, y sobre todo con el concepto que se le quiere dar al restaurante.
Esto es, si se trata de un restaurante de carta, con cierto caché, lo ideal sería poner un mantel, liso o en damasco, en color a juego con la decoración del restaurante y un buen cubre-mantel encima, todo ello exige que se le acompañe con los complementos que le den relevancia a la vestimenta de la misma, servilletas que hagan juego con los colores, cubiertos, copas, vasos, servilleteros, etc.
Si se trata de un restaurante de platos combinados o bocadillos, unos manteles individuales, o un mantel más informal y de colores más llamativos sería lo ideal.
Para Cafeterías o Restaurantes de Estilo Chill-Out, de tendencia en la actualidad, lo que se está poniendo son manteles en colores negros o grises combinados con cubres en color blanco.
Para mesones o restaurantes decorados en estilo Rústico, pueden quedar muy acertados unos manteles de cuadros, o en texturas más rústicas.
Los manteles se ensucian, se gastan, se queman, etc. Una mantelería sucia o rota da una malísima imagen del establecimiento en el que nos disponemos a comer, por eso es importante cuidar el mantenimiento de los manteles de tu local, puesto que por poco dinero, puedes impedir que la reputación de tu establecimiento pueda verse afectada por pequeños detalles como estos.