Nuevo Episodio de Pesadilla en la cocina.
Muy cerca de Sevilla encontramos esta «Terraza de Rocío» Se trata de un local de gran tamaño, y muy desangelado. Se accede a él a través de una puerta de cochera que abre a una inhóspita terraza que a su vez da acceso al local.
Este es de forma cuadrangular, y resulta manifiesto que no ha sufrido ninguna variación desde tiempos inmemoriales. El mobiliario es de plástico, propio de terrazas y suelos techos y paredes no presentan ni un sólo detalle que apunten al lugar en el que está o el tipo de cocina que se ofrece.
La oferta gastronómica a reforzar el lado más andaluz de la gastronomía mediterránea, por lo que pretendemos que el local adquiera los valores propios del sur, pero de una manera fresca y divertida. En primer lugar se le dota de una nueva imagen gráfica , basada en la tipografía y la imaginería de los clásicos y preciosos carteles taurinos. Se coloca asÍ una gran lona y unas tinajas de barro para anunciar la entrada al recinto.
El patio se prepara con una barra de Gin tonics que acoge al cliente a través de una tarima que le conecta con el acceso interior. Dicha tarima se bordea con grava blanca y elementos my propios de Andalucía: antiguas tinajas de barro para el aceita, orzas, etc… que se ha redefinido para alojar elementos vegetales. El azulete intenso propio de muchas comarcas andaluzas, pone el contrapunto al blanco intenso de la cal y anticipa el interior.
Dentro aprovechamos los cuatro pilares rectangulares de la sala para generar dos ámbitos muy especiales: entre cada pórtico planteamos una «alfombra » de losetas hidráulicas que sirve para disponer una gran mesa que se apoya de pilar a pilar configurando un ámbito muy especial. Se refuerza la unidad de la pieza materializando el pórtico con un travesaño de USB que permite alojar el cableado de las luminarias, que se descuelgan desde él sobre la mesa.
Las sillas de estas mesas tan especiales están realizadas en ,materiales contemporáneos pero con una geometría que evoca las celosías y las sombras de la tierra. Por último unas peinetas dispuestas de modo abstracto hacen un guiño al folclore andaluz a la vez que supone un motivo de geometría abstracta.
Esta acción se repite en los dos pórticos generando las dos mesa principales, entorno de las cuales se disponen otras muchas de menor tamaño, en este caso con sillas típicas de enea y madera torneada, que presentan el toque de estar bañadas de azul en la parte baja de sus patas.
Las paredes se visten con piezas de yute, esparto , macetas con geranios, topor y lunares por doquier y otros elementos tradicionales y habituales en la decoración andaluza pero una disposición atípica que los presenta con aire renovado.
Por último se llena el cieloraso de cadenetas luminosas y bombillas que se descuelgan de cerámicas dispuestas en posición invertida que evocan el aire de las ferias y casetas andaluzas. El resultado :un lugar fresco y divertido lleno de resonancias pero con el aire de nuestro tiempo.
( Vía www.lasreformasdepesadilla.com)
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